Un coloide es un sistema «microheterogéneo» con estructura y propiedades intermedias entre las que pertenecen a una solución y las que pertenecen a una dispersión y consta de dos fases: una (sólida o líquida) finamente dispersa con dimensiones de entre 1 y 1000 nm y otra líquida que representa la fase dispersa o continua. Las propiedades peculiares de estos sistemas dispersos se atribuyen parcialmente a la enorme superficie de las partículas que puede obtenerse mediante técnicas de nanonización.
A continuación, mostramos algunos ejemplos de sistemas coloidales que APTSol puede manejar:
- Nanosuspensiones
La reducción a niveles nanométricos de un sólido resulta particularmente eficaz para aumentar la velocidad de disolución. Esta nanotecnología parece ser el paso sucesivo en el camino para alcanzar la reducción de las partículas y será el futuro próximo de una técnica particularmente interesante para las empresas que desearán añadir valor a su producto.
Se trata de sistemas que contienen gotas finamente dispersas de agua en el aceite o de aceite en el agua y que están estabilizadas por un agente tensioactivo. La ventaja de las nanoemulsiones con respecto a las emulsiones clásicas es su mayor estabilidad (menos floculación, coalescencia y sedimentación) y una capacidad mayor de liberación del producto transportado (farmacéutico, cosmético o nutracéutico).
Son partículas con dimensiones de entre 1000 y 20 nm que están formadas por una membrana fosfolípidica externa y un núcleo generalmente con base acuosa. Sus propiedades únicas las convierten en partículas óptimas para el transporte de sustancias que pueden disolverse en el núcleo o en la membrana. Esta característica permite que los liposomas transporten una amplia gama de sustancias.